
Había visto la serie Macross por separado de Robotech. Es completamente otra experiencia, con una edición diferente, los diálogos en japones fuera de contexto, sin los incómodos escudos dibujados a la fuerza para dar unicidad a toda la historia. Definitivamente cuando una serie define tu vida, te encanta. Pero a pesar de que la tenía para verla, no he visto las películas de Macross. Macross Flashback 2012 la tengo en una versión tan barata que me da miedo de arruinarme la tanda. Pero jamás había hecho esfuerzo para ver la película basada en la serie. Esto porque obviamente era una repetición de una de las series icónicas del género Real Mecha, ¿o no? Irónicamente, la forma en que me llegó la serie fue a través del fansub.




Otro de los grandes cambios es el tiempo y la ambientación del triángulo amoroso. Debido al espacio disponible, se ejerció mucha presión en la forma en que Hikaru y Minmay inician su relación. Sin embargo, se le da mucho más énfasis a la relación más madura entre Hikaru y Misa; tanto que uno sabe cual será la elección de Hikaru, tal como siempre lo ha sido en toda la serie. El amor pasa por un periplo desde la inocencia hasta la madurez completa. Sazonado con una buena dosis de la cultura japonesa (Bright Noa como ejemplo) y fanservice (Minmay en las duchas) el amor pasa por todas las fases en sus protagonistas.

Incluso el punto de giro de la trama (la guerra entre Meltrandis y Zentraedis) incluye su buena dosis de amor y odio; incluyendo a una soberbia Millia que se lamenta de no encontrar a su par en combate hasta que lo descubre en un mirconiano. Como ella se sorprendente al repetir las palabras de un asombrado Max, el amor es parte integral de esta obra, más que la guerra. La canción de Minmay reúne, unifica y trae la paz por la que todos luchan. Este siempre ha sido el mensaje de Shoji Kawamori, tanto en Macross como en la mayoría de las series que ha dirigido con esta temática. No importa que tan mal estén las cosas, no importa lo sobrecogedor que sea el enemigo, no importan las imponentes batallas imposibles que enfrentan sus protagonistas; siempre hay esperanza si el amor es quien nos guía. Esta receta es la base de todas las obras de Macross, ha sido el eterno sello de Shoji Kawamori y es lo que lo ha traído hasta el presente sin que pierda su integridad.