Con el advenimiento de Internet, la tecnología celular y los medios de comunicación electrónica, se han revolucionado por completo la forma en que el mundo percibe la información, como jamás nadie ha tenido idea. El advenimiento de los libros digitales, los juegos gráficos y los libros interactivos ha puesto de cabeza el mercado literario. Sin embargo, muchas cosas han quedado atrás. Durante el siglo XVIII se pusieron de moda las historias epistolares, historias que se escribían por medio de cartas y diarios, que era la única forma de comunicarse en esos tiempos. Grandes de la literatura como Choderlor de Laclos (Las Amistades Peligrosas), Fyodor Dostoyevsky (Novela en Nueve Cartas), Anne Brönte (La inquilina de Wildfell Hall) han llevado a cabo historias exclusivamente en este genero; Jane Austin se ha valido de este género para comunicar pensamientos a través de sus obras. Por supuesto, cualquiera de los que podría leer esta nota podría preguntar, ¿qué tiene que ver eso con los tiempos mdoernos? Pues… TIENE TODO QUE VER.
Las novelas de teléfono celular son un género que encontró cabida con el auge de las comunicaciones instantáneas. Esta es una obra completamente escrita por medio de celular, o mensajes de texto cortos. Sus capítulos consisten en increíbles 70 a 100 palabras cada uno, debido a la limitación de la cantidad de palabras. Pero por asombroso e ilógico que parezca, talentosos e innovadores artistas, primero en Japón, y después en China, Alemania y Sudáfrica han experimentado en este nuevo género literario con diferentes grados de éxito.
Este tipo de novelas comenzaron siendo muy populares entre las mujeres jóvenes. Estas exploran temas relacionados con el
amor, las relaciones, violación, los embarazos no planeados y los triángulos amorosos. Pero este género fue adquiriendo popularidad entre toda la población y se ha extendido a otros géneros. Varias de las cosas que caracterizan este tipo de novelas son su renuncia al papel para transmitir las ideas, así como que la mayoría de los autores prefieren mantenerse protegidos por el anonimato.
Oficialmente, la primera
historia de este género fue
Deep Love, una historia de una muchacha que adolescente que se adentra dentro del sórdido mundo de las ‘citas por compensación’ (enjo kosai) en Tokyo que adquiere SIDA. Su autor, sólo conocido por “Yoshi”, ha convertido esta obra en un libro de 2.6 millones de ventas, una serie manga y una serie de televisión y una película.
La razón de la popularidad de este género es que por la escasa cantidad de palabras que se deben usar se debe aprovechar el espacio. Esto motiva a que sus autores escriban en primera persona, lo que permite al lector a transferir sus emociones a un
mundo virtual donde pueden vivir las
aventuras de los personajes sobre los que leen. A la vez, ha disculpado a los usuarios de dirigirse a una tienda a comprar físicamente un libro, permitiéndose descargar lo que desea leer para tenerlo a la mano, como un ebook.
Este tipo de novelas ha servido como argumento para obras manga. En
Watashi ni xx Shinasai!; un manga de
Ema Tooyama; la protagonista, Himuro Yukina, una estudiante extraña y temida por sus compañeros, es en realidad una exitosa escritora de novelas de celular. Todo su mundo se vuelve de cabeza cuando Kitami Shigure, un atractivo compañero, cae en sus redes; y ambos terminan saliendo para
poder cubrir y descubrir sus respectivos secretos.
Como autor mayor de treinta años, me ha costado
tiempo adaptarme a los nuevos medios. Luego de haber contemplado en varias páginas y talleres las obras de jóvenes, de estar a punto de reclamar tal como mis
profesores de español lo hacían para guiarme por el camino que consideraban correcto; debo decirle a quien desee leer esta nota que no se desanimen. Los eruditos van a rechazar primero los nuevos medios, pero esta en nuestras manos lograr la aceptación de nuestra labor. Lo que deben rezar es que les toque buena guía (como fue mi caso con Vanessa Villalobos) y esperar lo mejor. Porque aunque el mundo es de nuestros padres, nosotros somos su futuro.
Nota: Haiku es una forma tradicional de poesía japonesa de tres versos, de cinco, siete y cinco moras (sílabas en otras lenguas).