Hoy veremos una serie de ciencia ficción con una premisa excelente, un desarrollo muy bueno y un final decente. Con una trama interesante, personajes que llaman la atención y un conjunto de hipótesis que pueden abrir la discusión sobre cómo los seres humanos nos reconocemos como humanidad universal, suponiendo así que deberíamos comportarnos como un solo ente. Una base común en ciencia ficción, un ente extraterrestre (en este caso extra dimensional) llega a la Tierra, trayendo con sí un cambio inesperado que decidirá el futuro de la especie humana. Con ustedes Sekaisuru Kado: la respuesta correcta.
Ficha técnica
- Título: Sekaisuru Kado – 正解するカド
- Dirección: Kazuya Muramata
- Estudio: Toei Animation
- Capítulos: 12
- Lanzamiento: 2017
- Demografía: Seinen
Sinopsis
Un extraño ente llega a la Tierra desde una dimensión más allá del entendimiento humano, su nombre es Yaha-kui zaShunina. Aunque sus intenciones parecen buscar el progreso de la humanidad, de sus acciones surgen más preguntas que respuestas. zaShunina ofrece a la humanidad algunos aparatos traídos del anisotrópico, una dimensión fuera del universo conocido, donde las leyes naturales conocidas por el ser humano sobre la naturaleza pueden ser manipuladas al antojo. zaShunida explica que busca únicamente el progreso de la humanidad, buscando además que todas las naciones se integren -o desaparezcan- para beneficiar, con las tecnologías que trae, a la especie en su totalidad. Todo esto parece iniciar una nueva revolución, pero ¿realmente el fin de Yaha-kui zaShunina es el progreso humano? ¿Esconde algún objetivo que perjudique nuestro universo? ¿Puede la especie humana integrarse como una sola, ante el surgimiento repentino de nuevas tecnologías? Les invito a verla y descubrirlo.
Sekaisuru Kado, promesas rotas
*Alerta de spoiler
Para cualquier fan de la ciencia ficción no será difícil encontrar un argumento interesante en esta serie. Su inicio es intrigante, deja en cada capítulo un montón de dudas por resolver, así como una integración fascinante de teorías sobre el avance de las tecnologías en el progreso humano. A pesar de todo esto, a medida que la serie avanza, se estanca en su propia historia hasta culminar en un final poco satisfactorio. Por desgracia, todo el conjunto de detalles que dan a esta serie una fascinante trama, se ven opacadas por sus últimos capítulos, que no llenan las expectativas creadas durante su inicio. Una lástima ver que un argumento prometedor como este no haya sido bien desarrollado. Ahora, no por esto deje de valer la pena verla, sin duda puede llamar la atención y mantener el interés por suficiente tiempo como para que sus 12 capítulos sean de valía.
Una mirada técnica
Kado, el objeto límite |
Lo primero que hay que decir es: 3D Toei Animation. Al igual que la increíble película Asura, Toei la anima en su totalidad por computadora. Esto es chocante desde un inicio, sin embargo, se puede dejar pasar por el interés que se genera la historia. El mayor inconveniente de este CG es, sin duda alguna, la falta de expresividad de los personajes. En situaciones donde estamos acostumbrados a que el anime explote su propio género y muestre expresiones faciales irreales, con el CG perdemos esta característica por completo. La banda sonora le da un buen ambiente, un aire elevado que mantiene la atención en los momentos clave, sin embargo, se torna repetitivo y esto lo hace demasiado notable.
Hablando en general, la serie vale la pena, si no choca el CG desde el principio es posible acostumbrarse. Los personajes son entretenidos y cada uno tiene su aporte en la trama, llega un punto donde tiene sentido que X personaje sea como es, aunque parezca que no aportará nada a la historia. El desarrollo de la trama es inicialmente muy bueno, uno queda siempre esperando a más y con la idea de que zaShunina salga con algo totalmente innovador, además, me gusta como sacan a la luz la idea de una humanidad universal. Cuando se cree que los seres humanos somos “la humanidad”, como una abstracción genérica, se cae en grandes errores, y Sekaisuru Kado los muestra muy bien. Esperar que todos los seres humanos respondan de la misma forma ante el mismo evento es una ilusión, y esperar que todas las naciones se alíen sin más por obtener un beneficio universal es aún más ilusorio. Esta serie muestra cómo los seres humanos somos individuos separados con contextos separados, incluso en un mismo país, en una misma zona geográfica, en un mismo distrito, somos todos producto de nuestros contextos, que al mismo tiempo producimos, pero que no podemos controlar o definir en totalidad.