Seven Samurai; los siete legados para Hollywood y el mundo.

A sesenta años de la emisión de la que es considerada una de las mejores película de la historia, esta obra de arte de Akira Kurosawa, liberada en un Japón que venía apenas saliendo de la ocupación americana, fue el punto de cambio de muchas de las nociones que poseíamos acerca del Japón de la era pasada. Una obra magistral de la cinematografía para esa era (ya que Kurosawa no se puede negar que era un genio grandielocuente), nos puso de frente con innovaciones y técnicas que aunque ya han sido superadas en la era digital, hicieron volar la imaginación de nuestros padres y las de nosotros mismos cuando la enfrentamos por primera vez. Inspiradora de famosos remakes (dio origen a los Siete Magníficos de la cual se rumora un remake), es bueno recapitular las cosas que hicieron de esta película una de los grandes modelos a seguir para numerosos cineastas occidentales que definieron nuestra generación. Aunque algunos de estos detalles pueden hacer que muchos se sonrojen. A continuación, las siete detalles que hicieron grande a los Siete Samurais y que nos dejaron para la posteridad.

1) Reunir a los héroes.

A pesar de que otros autores (Tolkien en especial) ya había introducido como parte de la trama el hecho de tener que armar un equipo, este hecho siempre era un accidente natural, personas reuniéndose en torno a un evento en común que luego van adquiriendo características e importancia por su cuenta. Lo que hace este evento de la trama relevante en esta película es que explicitamente esa gente debe ser reunida. El hecho de que una aldea mande a llamar al menos cuatro samurais que se convierten en siete, el hecho de que Kambei Shimada establezca en su cabeza el modelo estratégico que define la cantidad de samurais necesarios para defender la aldea, el proceso de reunir a los miembros de su equipo, así como la diversidad de su equipo hace de todo el evento la parte integral de la mitad de la película (estamos hablando de una obra de tres horas y media). El proceso de reunir y amoldar el equipo, de tan variadas condiciones y cualidades (con personalidades tan dispares como Kikuchiyo, ex-campesino que pretende ser samurai; o Kyuzo, cuyo único objetivo es matar a Kambei) es lo que mueve la película durante la primera parte, así como las pruebas y tribulaciones de los diferentes integrantes. Esto le da variedad y veracidad a los héroes, que simplemente no se llevan bien pero deben servir a un objetivo común más importante.

2) En un mundo de guerreros, el héroe debe ser gay.

Existe una cultura establecida de virtud en el modelo de los guerreros. Los espartanos con su costumbre del hermano mayor que protege a su protegido (el sistema de agoge), la Banda Sagrada de Tebas (en donde los hombres se juraban amor y que se protegerían en combate), así como el Ala de los Enamorados (Ala dos Namorados), jóvenes estudiantes que no tenían novia sino un compromiso hacia el trono de Portugal en la Batalla de Aljubarrota (y que son muy populares en Portugal; el guerrero virtuoso no debe tener compromisos. Eso queda claro en la historia, de forma pervasiva e incidente, pero es especialmente nocivo para el joven Katsushiro Okamoto. Su juventud lo hace enamorarse de una campesina de nombre Shino, lo que trae como consecuencia una serie de muertes innecesarias en combate, el ostracismo del padre de la joven y de que ella lo rechaze al final de la contienda. Esto se ha venido traduciendo constantemente, ya sea en broma o en serio, en otras obras de ficción de la actualidad.

3) Al diablo con la veracidad histórica, un buen samurai debe mostrar el culo.

Cuantas veces he escuchado la insistente queja de BimagoNaruto ha hecho que el ninja vista como payaso”. La verdad es que aunque reconozco que Masashi Kirishima es el responsable de que ahora una de las figuras más imponentes del secretismo se haya vuelto un payaso, no es en realidad el gran culpable. El gran culpable de esta tendencia es el reconocido actor Toshiro Mifune. Un fotografo cristiano en el principio de sus treintas cuando fue a su primer casting de actuación, de inmediato tocó una vena en el director Akira Kurosawa, que lo uso sin cesar en sus películas. Pero su éxito se debió a papeles repulsivos, donde él le dio vuelta al estereotipo del samurai limpio, ordenado y gentil. Con personajes explosivos, desagradables, infelices y a veces cómicos, el actor pasó la mayor parte del tiempo exponiendo el pecho, las piernas o el trasero en la mayoría de las películas, para el deleite del público femenino que amó esa perversa y prohibida provocación. Esto quedó en especial destacado con su actuación como Kikuchiyo, un campesino que pretende ser samurai y al final termina siendo aceptado como uno. Así que, si quieren señalar dedos, este es un buen ejemplo.

4) Oigan, ¿no están filmando muy lejos?

Debido a su perfeccionismo a la hora de dirigir, Akira Kurosawa consideró en un momento de la filmación que el uso de interiores sería demasiado evidente en una obra de la magnitud que tenía esta. Con más de cien extras, un elenco de veinte actores de todas las edades y las circunstancias de la obra motivaron que Toho Studios se acomodara en un espacio en la península de Izu, donde se construyo el set para el poblado. Poblando de numerosas cámaras y teleobjetivos, pasamos de las batallas entre vaqueros en carro por un camino vecinal de Hollywood a una impactante e impresionante batalla multidimensional, donde amigos y enemigos colisionan caóticamente en medio del campo de combate. Esto le da una crudeza a la obra y un realismo difícil de presenciar. Aunque cuesta ver las heridas, esto se perdona con la distancia, así como las tomas perdidas y los cuadros. La distancia también añade realismo, porque los actores deben correr, perseguir y se cansan. Esto ayuda a establecer la sensación de apremio dentro de la obra, así como su gran dinamismo.

5) ¡A quién le importa el clima! Sigan filmando.

Cuenta una anécdota que la durante la batalla final en la aldea comenzó a llover torrencialmente. Lamentablemente, como se había atrasado la filmación, estas lluvias no eran las de verano, sino las de invierno. Filmada en febrero, la gran batalla final casi congela a todo el equipo en exteriores, siendo recordada por Toshiro Mifune “que jamás había sentido tanto frío en su vida”. Se nota en la expresión de mucho de los actores que en medio de la lluvia se están muriendo de frío, y eso le añade más realismo a la historia. Aunque el arroz se cultiva en verano, ¿verdad? ¡Qué cosas, no!

6) ¿Qué el estudio amenaza con cerrar la filmación? ¡Qué importa! Ya hemos filmado tanto que no van a querer perder lo que hemos hecho.

Una de las anécdotas que cuenta George Lucas es sobre la forma en que consiguió el financiamiento extra de la Fox para terminar su primera película de Guerra de las Galaxias. De la forma en que lo especifica, casi que se puso de rodillas y beso los pies de los productores, por lo que se prometió que jamás dependería de ningún productor que no fuera él. Lo que él nunca dice es que fue amenazado al menos una vez de suspender la filmación. Esto lo han sufrido muchos productores, pero lo que evito que esta obra sufriera el destino fatal de ciertas películas fue el hecho de que Kurosawa filmó “demasiado” de la película, tanto que el costo de suspenderla sería superior al de terminarla. Así que Toho Production le dio el dinero, terminaron su película y fue un exitazo.

7) ¿Qué pasa cuando se acaban las ideas en Hollywood? Veamos el éxito más reciente al otro lado del Pacífico y hagamos nuestra versión.

Lol! Para el otaku; Matrix Revolutions es una mala imitación de la pelea de Goku contra Freezer o Cell en Dragon Ball Z, Inception es una copia de Paprika, Pacific Rim es un intento descarado de popularizar el género de robots gigantes para el cine (mejor hubieran hecho la película de Gundam que están proponiendo ahora). Es obvio que cuando a Hollywood se le acaban las ideas, tienen que ver a todos lados para encontrar que hacer. Muchos directores orientales, incluyendo el mismo Kurosawa que hizo la última parte de su carrera con inversión norteamericana, han hecho su suerte porque otros directores han puesto atención a su trabajo. Comenzando por Godzilla y Seven Samurai (ambas liberadas en 1954), Hollywood volvió sus ojos hacia el otro lado del Pacífico por ideas. Y nunca le ha quitado el ojo.

Bueno, esos son las que considero que son los aportes más importantes de esta película para el cine moderno. Para mi, que apenas recuerda The Magnificent Seven, ver esta obra de la cinematografía resultó una experiencia extraña pero sobrecogedora, porque pertenece a una era que me sobrepasa. A pesar del tiempo que se toma para establecer a los personajes, juntar a los héroes y las situaciones en las villas, la película fluye y se desarrolla de forma eficiente y veraz. Y como obra estoy de acuerdo que es una de las mejores de la humanidad. Por esta razón, les recomiendo que la vean, así como alguna de sus versiones. Muchas de las cosas que se ven en estos días provienen de este génesis. Esta obra da vida a muchos géneros, tipos de tramas y situaciones que ahora son comunes en el cine y anime moderno. Por eso es bueno revisarla, para recordar tiempos más sencillos, donde un director ambicioso reunió a un conjunto de actores y a pesar de todo lo que padecieron formaron la base de una leyenda.