Robert Crumb impacta con su arte después de cinco décadas.

El historietista estadounidense Robert Crumb considera
extraño que 90 de sus obras pendan de un muro o estén protegidas bajo
vidrio en una nueva exposición dedicada a sus cómics que a decir de los
expertos pertenecen al género alternativo.
La muestra
R. Crumb: Lines Drawn on Paper (R. Crumb: Trazos en papel) se exhibe
en el Museo de Ilustración de Estados Unidos, en la Sociedad de
Ilustradores de la ciudad de Nueva York.
La
exposición incluye portadas originales de cómics, ilustraciones
interiores, pósters, incluso un anuncio pintado a mano para una tienda
que invita a clientes a que pasen y gasten algo de dinero.
Las creaciones exhibidas como las historietas Zap
Comix, Bijou Funnies y otras proveen una cronología del surgimiento y
dominio de Crumb en una expresión considerada otrora vulgar y poco culta
pero que con el tiempo se convirtieron en obras de arte muy cotizadas.
Sin embargo, Crumb está perplejo de que alguien quiera ver sus creaciones en una galería.
Esa producción nunca tuvo ese propósito, por lo tanto es muy extraño
verla en una pared, o bajo vidrio. Tuvo como fin su publicación impresa o
en libros. No fue hecha para que colgara en las paredes, afirmó Crumb
en entrevista con The Asociated Press.
Para mí, la copia impresa es el momento mágico. Ver el ejemplar, era el objetivo.
Crumb recorrió la galería hace poco y observó algunas de sus
creaciones, entre ellas números de Despair y Motor City Comics, que
ejemplifican su uso de ilustraciones en las que adoptó el estilo de la
década de 1920 y a las que les dio un enfoque hippie.
Creo que han pasado como 45 años? Vaya, ahora uso mucho corrector
blanco. En estos primeros cartones, no hay corrector blanco, dijo. No
hacía correcciones. Cómo lograba yo hacer eso? 
Crumb
evita a la fecha el uso de la computadora para dibujar porque prefiere
la plumilla clásica con su recipiente de tinta a un lado.
Aprendí hacer cosas al estilo antiguo y admiré la forma como lo hacían,
creo en ese linaje y tradición de las ilustraciones con plumilla y
tinta,
agregó.
La muestra abarca creaciones de Crumb
que compró Eric Sack, quien pertenece a una familia de coleccionistas.
La primera experiencia de Sack con ilustraciones fue una colección de
periódicos viejos que su padre recibió a cambio de una máquina de cocer.
KAFKA POR ROBERT CRUMP
Esas ilustraciones resultaron ser del Harpers Weekly, correspondiente
al periodo de la Guerra Civil. Me enamoré del papel, la tinta y los
dibujos cautivantes de Thomas Nast. Las imágenes tenÍan mucha fuerza,
escribió Sack en un correo electrónico que envió a la AP. Sack afirmó que en 1968, cuando iba en la secundaria una persona me entregó una historieta Zap 0. Era una creación de Crumb.

El contenido era satírico, irreverente y muy divertido, recuerdo que
tenÍa un estilo similar al de mi estimado Nast, pero con un argumento
que invita a la reflexión,
dijo Sack.
Nueve años
después, Sack vivía en Nueva York y asistió a una convención de la
historieta en la que vio pegado en una pared un original de una serie de
R. Crumb que procedía de Village Voice. Lo compró y no para desde
entonces. Hay más pero, por ahora, el resto es mi obsesión, apuntó.
La exposición es un tesoro de las creaciones que Crumb ha realizado
desde la década de 1960. Sus imágenes satíricas, surrealistas y a veces
sexualmente explícitas ayudan a ilustrar el surgimiento de la
contracultura de los años 60 y constituyen una crónica de lo que el
describía como el lado sórdido del subconsciente de Estados Unidos.
 
Sus obras en alguna ocasión fueron despreciadas por sus detractores
quienes las consideraban indignas de leerse incluso en los retretes o
peor, pero hoy, en contraste, son vistas con admiración.
EL GÉNESIS BÍBLICO DIBUJADO POR ROBERT CRUMP.
Crumb es considerado el bisabuelo de los cómics alternativos, que
disfrutan hoy de un Renacimiento (Rennaissance) impreso en papel y en
internet.
El historietista Robert Crumb tiene 67
años. Algunos crÍticos lo equiparan con Goya y Brueghel y no es ningún
gran desconocido en las galerías o museos de arte.

Hace dos años, se efectuó una exhibición de más de 100 de sus obras en
el Instituto de Arte Contemporáneo de la Universidad de Pensilvania. En
2012, habrá una muestra del historietista en el Museo de Arte Moderno en
París, anunció su esposa, Aline Kominsky-Crumb.

Hay muchas muestras, dijo la señora. No sé, no lo entiendo, respondió Crumb.

Tu formación es el arte comercial y esto no son bellas artes,
dijo
Kominsky-Crumb a su esposo. El historietista puso en tela de juicio su
prominencia y afirmó que uno jamás espera que lo aprecien de esa
manera.
Crumb ha sido considerado desde hace bastante
tiempo uno de los maestros de medios impresos y sus creaciones incluyen
historietas e ilustraciones para novelas gráficas. Ese abanico, dijo, es indicativo de la aceptación mayor que tienen ahora los cómics que cuando el se inició en este ámbito.
La gente utiliza una expresión más seria ahora. Arte gráfico, novelas gráficas. Ya no se les dice historietas, dijo Crumb.Cuando yo  era joven y comenzaba, las historietas eran lo más bajo de lo
bajo, había un total desprecio hacia ellas. Creo que la gente ya las
considera un arte con seriedad.
Robert Crumb nació el
30 de agosto de 1943 en Filadelfia. Comenzó a dibujar a propuesta de su
hermano Charles a quien obsesionaban las historietas. Crumb se mudó a
Cleveland de adulto y trabajó como ilustrador comercial y dibujaba
tarjetas de felicitación.
En 1965, después de que
experimentara con la droga LSD de efectos psicodélicos, Crumb creó de
inmediato algunos de sus personajes más conocidos.
En enero de 1967, Crumb viajó a San Francisco y fue testigo del surgimiento del movimiento hippie.
Sus imágenes copiaron los estilos de las caricaturas antiguas, primero
en el diario Yarrowstalks de Filadelfia y después en su historieta
Zap Comix.
Crumb contribuyó a la definición de ese
sector de historietas alternativas de surrealismo vinculado al sexo y
las drogas y fomentó una opinión contra la corriente de pensamiento
dominante.