Reseña: Batwoman #0 (DCnU)

Batwoman ha tenido una discreta trayectoria desde que fuera creada por Sheldon Moldoff y Bob Kane en 1956 para el Detective Comics # 233 (1956), como una réplica a las teorías homofóbicas del psiquiatra Fredric Wertham ( “La Seducción del Inocente“, 1954) y una mera extensión del Cruzado Gótico.  Sin embargo, a raíz de su relanzamiento en la saga 52 el cómic (2006) este personaje tuvo la fortuna de tomar un nuevo aire, gracias a inteligentes maniobras editoriales y al trabajo de un excelente equipo literario y gráfico, donde destaca el verbo de Greg Rucka y el sorprendente arte de J. H Williams III. Una dupla que por sí sola es garantía de calidad.
Sobre este último, merece escribir un artículo aparte. Sin mencionar su sorprendente y amplia experimentación visual y artística  desarrollada en el cómic Promethea, Williams ejercita con Batwoman un nuevo nivel gráfico que por sí solo destaca sobre el nivel de los mejores artistas del mainstream del cómic norteamericano. Me atrevo a decir que es de los pocos artístas que ha logrado elevar el género superheroico a un estado superior al mero oficio lúdico.
Al ejercer como guionista de esta edición, en colaboración con W. Haden Blackman, nos presenta una narrativa compleja, que juega con los tiempos narrativos. Una vez más, Williams nos deleita con su estilo gráfico eclético, donde mezcla el fotorealismo simulado con el dibujo de línea clara falsa, y exhibe un arte cercano al noir para la acción nocturna, y otro totalmente distinto cuando el relato sucede de día.
Durante el relato, acompañamos a Batman mientras hace un seguimiento sobre Kate Kane y Batwoman, para asegurarse sobre su desempeño, identidad y motivaciones. La narración siempre sigue el discurso de Bruce, sea en sus pensamientos o a través de sus expedientes sobre la mujer; donde simultáneamente se observa el pasado reciente de la joven así como de los actos encubiertos del caballero encapotado para descifrar su psicología mientras lucha contra la Religión del Crimen.
De esta forma, conocemos de la trágica muerte de su familia, Gabriel (madre) y Beth (gemela) durante un secuestro siendo ella niña, así como la tensa relación con su padre Jacob Kane. Parece que su único familiar con quien mantiene una relación es su prima, Bette Kan (alias Flamebird, quien alguna vez fue parte de  Teen Titans). A pesar de su pasado militar, donde fuera expulsada de la academia WestPoint a causa de su homosexualidad, Kate mantiene una fachada de chica rica con activa vida social nocturna.
La conclusión de Batman es que Batwoman tiene lo necesario para ser una aliada a su altura. La nuestra es que este cómic es una pequeña muestra de una cabecera altamente recomendable. Si nunca has leído a Batwoman, este cómic seguramente te dará los antecedentes y las razones artísticas y narrativas para engancharte.

Si quieren ver más sobre el arte de J. H. Williams III, les recomiendo visitar este post en Comic is Art.