La pandemia del Virus N.E.O.

Tras el Cataclismo, comenzaron los años más oscuros para la humanidad desde la Edad Media. A la masiva destrucción, los saqueos y disturbios en las ciudades, se sumó una desgracia aún mayor, sin que nos pudiéramos percatar hasta que fue muy tarde. Cuando el hielo en los fragmentos del Anubis se evaporaba en la atmósfera terrestre, insertaba en el ciclo hidrológico de la naturaleza una especie de virus alienígena mutágeno sumamente agresivo.


Fue el doctor Victorius Chain -científico inglés galardonado con dos premios Nobel en el período Pre-Cataclismo- quien primero aisló y descubrió lo que nominó Virus N.E.O. (Nuevo Estructurador Orgánico). Según su investigación, este virus mutaba de manera acelerada, al incluir en su propia estructura cadenas del ADN de las células que infectaba, tomando de sus cualidades para fortalecerse, siendo esta extraordinaria capacidad de adaptación lo que confundió inicialmente a los científicos, cuando se creía que eran múltiples infecciones distintas lo que asolaban a la humanidad.

El virus NEO infectó inicialmente de manera mayoritaria al reino vegetal, naturalmente, y en menor proporción afectó directamente al reino animal. Sin embargo, en medio del caos Post-Cataclismo, esta propagación pasó inadvertida y solo tomamos conocimiento de ella gracias a estudios posteriores de cepas del virus.

Fue cuando las personas y animales comenzaron a padecer toda clase de mutaciones incontrolables que la comunidad científica se enteró de la amenazante expansión del virus alienígena. Aparentemente, cuando las personas y animales consumían alimentos o agua infectada con el virus NEO, éste reescribía el ADN del infectado, tomando partes de sus cadenas de ácidos nucleicos y reemplazándolos con cadenas tomadas de un anterior infectado.

La casi inexistencia de los medios de comunicación masiva en los primeros años del periódo Post-Cataclismo impidió lograr un combate efectivo de la pandemia, lo cual significó la pérdida de millones y millones de seres humanos.

Actualmente, es imposible hacer un cálculo exacto de cúantas vidas perecieron, sin embargo, cálculos optimistas estiman que al menos un 60% de la población mundial que existían antes del Cataclismo se extinguió durante los “Diez años de oscuridad”, tanto por la pandemia como por la falta de alimentos, asistencia médica oportuna, la violencia desatada, etc.

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