Kitty Films, animadores de Rumiko Takahashi

El anime se origina de los lugares más improbables…

En Costa Rica existe un mundo que pocos conocen. Un mundo donde le venden sueños a jóvenes hermosas e inocentes, sueños de fama y fortuna, que la mayoría de las veces se transforman en un círculo vicioso de drogas, sexo y decadencia. Por supuesto que me refiero a las agencias de modelos. De entre sus entrañas putrefactas y sus nociones sin sentido pocos, muy pocos de sus aspirantes se logran sacudir de la suciedad en la cual se ven envueltos para evolucionar al “avionetico”, el grupo de pseudoaspirantes, actores y cantantes nacionales que venden su alma a alguna cadena para aparecer constantemente frente al público. Y sólo si son muy afortunados o ambiciosos, emigran al extranjero donde buscan una carrera. ¿Por qué comienzo con una reflexión social un comentario de una compañía animadora? Porque lo que sucede aquí sucede en todas partes, y no existe un lugar más improbable para dar inicio a una casa de animación que una agencia de talentos.
Si, Kitty Films nació como una agencia de talentos que buscaba cantantes en medio del auge del primer J-Pop de los setenta. Fundada como Kitty Music Corporation bajo la dirección de Hidenori Taga, esta subsidiaria de Polydor y MCA inició sus días como la casa que supervisaba los talentos de cantantes en los años en que el pop japonés iniciaba su ascenso a la actualidad. Pero, tal como suceden las cosas, la diversificación y la búsqueda de nuevos mercados motivó a la compañía a buscar como exponerse en los otros medios. Con varios live-action y películas para televisión, a finales de los setenta la compañía daba sus primeros pasos

Entra Rumiko Takahashi

Para esas fechas, el primer manga exitoso de Rumiko Takashashi (Urutsei Yatsura) arrasaba en ventas y su adaptación era un premio gordo para grandes casas animadoras. Sin embargo, a diferencia de sus contrapartes (como ya lo he comentado antes), la mangaka es muy celosa de las adaptaciones y de los derechos sobre sus preciados personajes. Por eso fue sorpresa que ella aceptara la oferta de una agencia de talentos que apenas incursionaba en el mercado televisivo. Aunque no lo dicen, la evidencia señala a Shigekazu Ochiai (planificador de programas de Kitty Films) como la razón de peso de su decisión, ya que ambos fueron compañeros de universidad.
Durante la década de los ochenta y mediados de los noventa, impulsada por la popularidad de los mangas de Rumiko, Kitty Films se alzó como una gran casa de producción, especializada en comedias románticas e historias de ciencia ficción. Películas como There Were 11, series como Urutsei Yatsura, Maison Ikkoku y Ranma 1/2 catapultaron a la compañía como una de las más grandes de Japón. Con el éxito vino la colaboración con Madhouse, con la cual coronaron su ascenso con la adaptación del OVA de Legend of The Galactic Hero y la adaptación de YAWARA!, que durante su emisión superó en ratings y en colocación de producto a la misma Ranma 1/2.
Para mediados de los años 90, una serie de problemas financieros anunciaron la caída de la poderosa pero joven compañía. Para poder financiar varios de los animes en producción, el presidente Hidenori Taga comenzó a desviar dinero de la parte musical al área de anime. Esto, combinado con los mayores costos de subcontratación de animadores, la partida de Rumiko Takahashi al final de la serie de Ranma 1/2 (por el traslado de Shigekazu Ochiai al otra casa de animación) provocaron la caída del presidente y la contracción de la unidad. A pesar de que en ese tiempo se animaron alguna series (incluyendo Sakura Diaries), la compañía no pudo seguir sosteniendo su área de animación y revirtió a la casa de talentos, vendió los derechos de la mayoría de sus obras y se apagó para siempre.

¿Y por qué es importante saber sobre Kitty Films?

A pesar de ser una compañía que cerró sus puertas a principios de milenio, Kitty Films nos presenta una serie de lecciones que lamentablemente las casas de animación no han aprendido y cuyos problemas se han multiplicado en el tiempo. Exceso de trabajo, explotación, bajo presupuesto, mala paga y la contracción de la demanda son realidades que enfrentan en la actualidad todas las casas de animación, lo cual ha provocado el cierre de estudios que se habían hecho tradicionales durante el primer milenio por su trabajo (como Mangalobe y Bee Train). Con la venida de canales de internet que pagan de forma más justa por su producto, se espera que el anime que tanto amamos subsista en el tiempo. Pero Kitty Films, aunque no fue la primera, fue una metáfora de esos problemas financieros que han asolado la industria de animación desde siempre. Como aficionado espero de todo corazón que no se repita, pero es una esperanza vana porque de corazón se que esos problemas van a seguir existiendo hasta el final de los tiempos. Amen!

Filmografía parcial

The Adventures of T-Rex
Ike! Inachū Takkyūbu
Karuizawa Syndrome
Kiteretsu Daihyakka
Legend of the Galactic Heroes
Maison Ikkoku (vendida a Pony Canyon)
Miyuki
Ranma ½ (vendida a Pony Canyon)
Sena Keiko Obake Movies series
Sengoku Eiyū Densetsu Shinshaku: Sanada Jūyūshi the Animation
Sohryuden: Legend of the Dragon Kings
Super Zugan
Teki wa Kaizoku
They Were 11
Tobira wo Akete
Tokyo Jusshōden
Urusei Yatsura (vendida a Pony Canyon)
YAWARA! a fashionable judo girl!
Kishin Douji Zenki