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“Los hermanos son como las extremidades,
las esposas son como la ropa,
la ropa rota se puede volver a coser,
¿pero como se pueden reparar las extremidades rotas?”
El Romance de los Tres Reinos es una de las obras máximas de la literatura china. Considerada una de los cuatro grandes libros, comparte con honor su lugar en la eternidad con obras de la talla de Viaje al Oeste (de donde Akira Toriyama recibió la inspiración de Dragon Ball); A la Orilla del Agua y Sueño en el Pabellón Rojo, esta obra inmortal ha conmovido y enamorado a miles de millones de chinos desde su concepción en el siglo XIV de nuestra era. Un recuento romántico de uno de los eventos que definió la cultura china durante el período de la Edad Media, el Romance explora la vida de más de mil personajes en más de 800.000 páginas, contando más de 75 años de uno de los conflictos más sangrientos de la historia de China. Compilado durante la dinastía Ming, el complejo relato es uno de los más populares de la literatura china, donde se explora la identidad y forma de ser de diferentes personajes, sus traiciones y sus desenlaces. A diferencia de muchas historias (y en honor al esfuerzo de G. R. Martin con la Canción de Hielo y Fuego) no te puedes enamorar de ningún personaje, porque sabes en el fondo que podrían morir. De la misma forma, el fracaso de Yuan Chao frente al genio político y militar Cao Cao en la Batalla de Guangdu, así como el fracaso del mismisimo Cao Cao contra la coalición conformada por Liu Bei y Sun Quean conforman los puntos más importantes de este relato, aunque el climax ocurre varios volúmenes después; cuando Sun Quan (Reino de Wu), Liu Bei (Reino de Shu) y Cao Bei (el hijo de Cao Cao del Reino de Wei) fundan los tres reinos que le ponen nombre al romance.
Después de la depravada y sexualmente insinuante primera temporada de Ikki Tousen (inspirado en los capítulos relacionados con el ascenso y caída del tirano Dong Zhou en la forma de infame y sádico Tokaku); el seinen continuó su marcha inalterada durante muchos años. Hasta que en el 2007 expiraron los derechos que poseía el estudio que la hizo originalmente, J.C. Staff. Basada en la obra del autor Yuji Shiozaki, Ikki Tousen Dragon Destiny sale de la mano de Arms y bajo la dirección del director Koichi Ohata para todo público el 26 de febrero del 2007 por los canales periféricos de la región de Kanto. Lamentablemente, una historia de primera, representada por un degenerado de primera, fue animada por un director de segunda y una casa de animación de segunda, lo cual dejó un trabajo bastante difícil de catalogar fuera del rango de “¿qué diablos estoy viendo?”
Inicio! Spoilers!
Luego de los eventos ocurridos en la primera temporada, Shinmei Ryomu viaja a China (se percibe que es Hong Kong en los años 90 debido a la forma en que pasan los aviones por encima de la ciudad) para robar una piedra con una decoración de dragón, uno de los pocos medios para salvar a su amiga y compañera de batalla Hakufu. Luego de enfrentar a los guardias del templo, ella debe enfrentarse a una asesina que aunque es rival de sus habilidades no le impide escapar con la piedra de regreso a Japón.
Ojo! Spoilers!
De regreso en Japón, la serie se enfoca en las estudiantes de la Academia Seito (que representan al Reino de Shu del Romance de los Tres Reinos). Como representantes del Juramento en el Árbusto de Melocotón; Unchou Kanu y Ekitoku Chouhi juran bajo lo más sagrado que protegerán con sus vidas a Gentoku Ryuubi, una pequeña, indefensa cuatro ojos que supuestamente es la encarnación de uno del creador de la dinastía de Shu. Sobreprotegida, mimada, delicada y muy femina, la niña constantemente se anda metiendo en problemas debido a lo estricta que es Ekitoku y a lo firme de trato de Kanu. Pero lamentablemente, la Academia Kyosho comienza sus movimientos para dominar el área de Kanto. La recién transferida Bunwa Kaku ordena a los miembros de su antigua escuela que ataquen la Academia Saito en la percibida debilidad en que se encuentran. Kanu y Ekitoku rechazan el ataque, pero reciben la visita de Shinmei, que derrotan con facilidad a Ekitoku. Cuando Shinmei remata de forma humillante a Ekitoku, ella despierta la ira de Gentoku, que despierta su dragón confirmando que en realidad es la descendiente de la figura legendaria del reino de Shu. Ella rechaza con facilidad a Rinmei y se requiere de un gran esfuerzo de Kanu para someterla y pacificarla.
Ojo! Spoilers!
A pesar del fracaso, Kaku en combinación con Houko Kakuka conspiran por su cuenta para tratar de forzar el enfrentamiento abierto entre las dos academias. Para esto el muchacho se pone de acuerdo con Myousai Kakouen, una vieja conocida de su líder Moutoku Sousou, para que vuelva a intentar robar la piedra de dragón que permitirá controlar los poderes de su líder. Pero los planes se quedan hasta ahí. En la noche, mientras vuelve a casa, Kakuka es interceptado por una asesina desconocida que lo hiere, lo envenena y después lo mata clavándole un tonfa en el centro del pecho. Debido a que el arma tiene inscrito el nombre de Kannei (uno de los cuatro grandes de la Academia Nanyo del que se desconoce su paradero), Sousou decreta la muerte para todos los integrantes de esta academia, a pesar del consejo de Kaku de que obviamente es una trampa para debilitar a ambos bandos.
Ojo! Spoilers!
Hakufu y su primo Koukin por su parte están extrañados de la desaparición repentina de Shinmei. Debido a que las cosas han estado confusas, Hakufu decide visitar la Academia Saito, pero recibe una recepción bastante fría de parte de Ekitoku. Kanu calma a su subalterna y explica lo sucedido con Shinmei la noche anterior. Luego de conocer al dragón que se supone que será su aliado en la futura batalla, Hakufu regresa a su casa y pasa la noche. Pero para continuar ganando puntos, Kaku envia a un equipo especial a la casa para asesinar a los dos chiquillos, que es detenido cómicamente por la mamá de Hakufu. Genjou Kakouton, un conocido (y filtreo) de la madre de Hakufu se disculpa por el ataque y confirma la orden imperial dada en contra de la Academia Nanyo. Sin nada más que hacer, promete que la próxima pelea será cara a cara y se retira dejando a la familia extrañada.
Ojo! Spoilers!
Mientras rinde sus respetos a Housen Ryofu (quien murió destruyendo a Toutaku la temporada anterior) Rinmei es atacada por Teni, una lolita gótica especialista en arco y flecha. Las dos mujeres combaten con mucho ardor, pero Rinmei no es rival de la pequeña. Cuando esta le va a dar el golpe de gracia es salvada de pronto por Shiryuu Choun, el arma secreta de Saito. Sin embargo, debido a su grave estado, la piedra dragón se activa, permitiendo a Rinmei derrotar con facilidad a Teni. Choun derrota a Rinmei solo gracias a que había sido herida. Luego de vendarla, la deja tirada en la casa de Koukin, donde recibe atención médica y cuando despierta lo primer que pregunta es donde esta la piedra del dragón (que ahora está en poder de la Academia Seita).
Ojo! Spoilers!
Con la piedra en mano, las tres amigas de la Academia Saito se dirigen al bosque donde Hakufu entrenó y pasó tiempo. Un grupo de monjes se interponen en su camino, probando su valía para entrar en contacto con su lider y gran estratega militar, Shoumei Shokatsuryu. Resulta ser que Shoumei es una niña de diez años que sin embargo conserva la personalidad intrigante y resuelta de su antepasado. Ella fue quien envió a la asesina Yojo Bachoku a matar a Kakuka e incriminar a la Academia Nanyo. Luego de una breve entrevista, la estratega resuelve acompañar a las tres junto con su séquito, incrementando las fuerzas de la Academia Seito. Sin embargo, la reunión es muy corta. Luego de una ataque sorpresa, Kanu es obligada a unir fuerzas con la Academia Kyosho a cambio de la integridad física de Gentoku. Ella queda devastada.
Ojo! Spoilers!
Al mismo tiempo, Kaku pierde su posición como estratega debido a sus fracasos y a la muerte de Kakuka. Decidida a no ser dejada de lado, ella ordena a Kakouen que localice y robe la piedra, la cual supone que tiene la Academia Nanyo. El fracasado ataque provoca que Hakufu visite la Academia Kyosho, donde es enfrentada por no otra que Kanu, la cual ha tenido que pasarse de bando debido a la amenaza. Ambas luchan con fuerza, pero la excitación de la pelea provoca que el dragón (y el espíritu maligno) de Sousou se despierte con furia, destrozando a Hakufu con un único golpe. Conforme Sousou comienza a perder la cabeza por su posesión, Genjou libera a Kanu y confronta a su líder, el cual como único movimiento ataca y termina su relación con su antiguo amigo.
Ojo! Spoilers!
Cuando Bachoku va a informar sobre la muerte de Hakufu, un recién llegado Genpou Saji (quien es el estratega de Nanyo) puede ver a través de los planes de la estratega de la Academia Saito. A excepción de Koukin, que culpa directamente a Saito por la muerte de su prima, todos los miembros de la Academia Nanyo prestan su adhesión a Saito. Por su parte, Kanu trata de regresar a su puesto pero es disuadida por Choun, para darle más valor a Gentoku. Koukin se deprime y decide ir a Saito para pedir explicaciones, pero Kanu se interpone en su camino y le confiesa que ella enfrentó a Hakufu como luchadora, no con ira, tal como ella lo hubiera deseado. Dicho esto, Koukin presta su adhesión a Saito. Por otro lado, Ukitsu rescata el cuerpo de Hakufu del mar. Con la ayuda de su maestro y a costa de su vida, la antigua rival y hermana de combate de la luchadora no sólo le devuelve la vida al dragón, sino que permite que la joven lo controle completamente. Choun atestigua el nacimiento de la nueva guerrera que retará al mito y la acompaña en su regreso a los Acantilados Rojos.
Ojo! Spoilers!
La Batalla de los Acantilados Rojos se recrea en un pozo petrolífero en la costa china. Allí la Academia Saito (Reino de Wu) y la Academia Nanyo (Reino de Shu) se reúnen para pelear contra los representantes de la Academia Kyosho (Reino de Wei). Los ocho pares de luchadores que representan cada academia luchan entre si, lo que se condimenta con la reaparición de Kanu en el campo de batalla y esto desequilibra la balanza para dar la victoria a la Alianza. Sin embargo, la estratega de Kyosho, Chutatsu Shibai, hace una invocación que trae a Sousou al campo de combate a cambio de su vida. Su aparición fuerza la salida del dragón en Gentoku, pero ella no es rival física ni espiritual de Sousou y su endemoniada posesión. Sólo la aparición de Hakufu (debió haber sido su primo el que debió haber aparecido) inclina la balanza. Con su ayuda, Gentoku logra controlar su propio dragón y juntas obtienen la victoria destruyendo al dragón rojo de Wei. La batalla de los Acantilados Rojos termina como en la leyenda, y los muchachos vuelven a sus vidas, tratando de rehacerlas luego de la “apoteósica” batalla que han vivido.
Fin! Spoilers!
Sigh! Con tal de complacer a los adultos faperos japoneses, la serie perdió de rumbo una de las cosas que la hace grande, la referencia histórica. La Batalla de los Acantilados Rojos es uno de los grandes episodios de la literatura y la historia de china. Convertirlo en una menjurje de dragones que pelean sin sentido en representación de los grandes señores no es un homenaje, es un insulto a la memoria de una de las mejores historias de la literatura china (dado que la hicieron en Japón se entiende). A diferencia de la anterior temporada, en que trataron de dar sentido al trasfondo de la enemistad de los personajes y la forma en que retan el destino; Dragon Destiny se asegura de que lo cumplan. La supervivencia de Sun Ce en la forma de Hakufu no afecta a la historia, pero no permite un mejor entendimiento de un relato clásico. Pero como si les importara, la idea es vender tetas, cuerpazos y ver chiquillas semidesnudas haciendo todo lo posible por pelear y verse sexy para los gustos de los honorables adultos japoneses. Sigh!
Sin embargo, hay algunas cosas buenas. En honor al Juramento en el Árbusto de Melocotón, los amigos Zhang Fei, Guang Yu y Liu Bei son representados de forma controversial en la forma de Unchou, Eitoku y Gentoku, con todo lo que esto representa (admitámoslo, tres hombres viviendo en el mismo cuarto suena un tanto gay; y estas amigas están a un paso del Yuri). También, en honor a una serie donde todo se resuelve peleando, el descanso de los últimos episodios, donde Unchou prefiere hablar antes de pelear presume un gran alivio en una serie bastante inocua, lo que casi le devuelve la dignidad en un momento crítico de la serie. Casi es la palabra. Casi. Para luego volver al sinsentido de una representación de los Acantilados Rojos que nada tuvo que ver con el combate en los Tres Reinos.
No hay mucho que rescatarle a la serie salvo que si quieres eres de los que gustan del ecchi y las peleas, este es tu ideal. Para los demás, el dinero y la economía muchas veces se entrometen en hacer de su parte para arruinar las adaptaciones (de obras que sólo son populares pero que no dejan mella sino es por insistencia). Pero hay buenas y malas noticias con respecto a esta serie. La buena noticia es que a partir de esta adaptación el autor dejó de limpiarse el trasero con el Romance de los Tres Reinos para enfocarse en un relato más personal. Lo malo es que hay otras dos temporadas de esto. Dios, dame fuerza, porque todavía tengo que ver más de esto. :'(