Festival Kawaii, un pequeño con ganas de volar alto.

En realidad han pasado años desde que tomé el lápiz y la libreta de apuntes para reseñar un festival otaku, entre varias razones, por la insatisfacción que me provoca el atestiguar la cantidad de festivales sin alma y descaradamente comerciales que han surgido en los últimos años. Y por esa razón, el festival Kawaii había pasado desapercibido de mi radar, catalogándolo injustamente en este grupo, una injusticia que hoy me alegra corregir.
“Disclaimer”
Para empezar es necesario aclarar, afortunadamente solo para una minoría de personas cuyo cerebro busca razones mezquinas en lo que hacen otros, que el trabajo que hacemos desde Neoverso no posee ningún fin lucrativo ni tenemos alianzas que comprometan la racionalidad de nuestros juicios. No somos periodistas, por lo que hacemos nuestra labor desinteresada y honesta en la forma que les gusta a nuestro fiel público friki-otaku, y por tanto, no nos desvela alcanzar ese ideal metafísico de objetividad inalcanzable para el ser humano por el cual se desgarran quienes se sienten agredidos cuando se les señala sus errores. Aclarado esto, proseguimos con la reseña.
La Reseña.
La naturaleza fue amable este 30 de junio, regalándonos un día brillante y agradable. Desde un comienzo el festival tiene problemas con las filas para el ingreso de público, una curiosidad anecdótica es que había un gran portón abierto al lado mientras los esforzados encargados de la entrada trataban de controlar el acceso por el pequeño portón de entrada. Pese a ello, nada que no se vea en otros festivales y no pasó demasiado tiempo para ser solucionado. Al entrar como “prensa” por suerte no tuve mayor inconveniente al ingresar.

Desde temprano la gente esperó con paciencia para entrar.

 Las instalaciones del evento, al ser un centro educativo, contaban con muchas facilidades, amplio espacio (más del que se aprovechara). La capacidad del gimnasio nunca estuvo a su máximo, y con la disposición de tiendas y mesas adecuada el flujo de visitantes caminando difícilmente causaba aglomeraciones. La limitación de baños era un problema para algunos, ya que debía ser de uso mixto para los visitantes, en cambio había dos vestidores para los cosplayers, equipados con espejos y adecuadamente amplios. En otro extremo, dos filas de mesas con sus sillas estaban disponibles para quienes quisieran sentarse a jugar con sus cartas coleccionables.

 La oferta de tiendas era lo más significativo: Mangamanía, Nacrism, Kamina Animé, Mundo Arte, Sekaianimé, Arte Digital, Neko Neko, Moda Urbana, Dojo X, Ani Geek, As’ Store, Equiz De, Animarte, Superfriends Fans, Xpressions, Juguetero y Club de Libros. Lamentablemente, el único stand que no era comercial era el de Dino Radio que como suele ser hizo su buen trabajo transmitiendo en vivo y realizando sus entrevistas. En otro artículo hablaré de estos stands y sus impresiones sobre el festival.

La presentación de Bujinkancr fue de lo mejor del evento.

Una de las actividades que encontré más interesantes de la mañana fue la exhibición de un verdadero grupo de practicantes del ninjitsu. Los demostración cultural de los expositores de la Asociación de Artes Marciales Reales (www.bujinkancr.com) puso de manifiesto el desconocimiento de muchos otakus sobre la realidad de uno de los elementos de la cultura japonesa más icónicos en el mundo y de paso hizo una llamativa presentación.

Desde temprano Netto Karaoke no paró de atraer concursantes.
Una de las actividades que atrajo más público fue el concurso de karaoke organizado por +Dmidi Netto Karaoke (https://www.facebook.com/NettoKaraoke) que se mantuvo activo durante varias horas de forma continua. Pocas veces he visto a tantos participantes en karaoke animé, lo que me hace pensar que en Heredia les debe gustar más cantar que en otras provincias del país. Y fue una excelente idea mantener el concurso eliminatorio en las afueras del lugar, para no afectar el audio interior del festival.
También hubo una interesante actuación del grupo coreográfico Shin Sedai (https://www.facebook.com/ShinSedaiCR) un cuarteto de chicas que desde diferentes partes del valle central se organizan a puro esfuerzo y pasión para practicar sus actuaciones. Este grupo participó varias veces a lo largo del día, mostrando diferentes atuendos con cada nueva coreografía.

Con un año de existencia, Shin Sedai demuestra que la pasión puede más que las dificultades.
Al mediodía el festival se llenó de música rockera cuando la banda Awaken Memories comenzó su concierto. A  pesar del buen ambiente que creaban, el hambre pudo más y la mayor parte del público emigró a las afueras del colegio para buscar alimentación, ya que la oferta dentro del lugar no era la mejor elección para la gran mayoría, ya fuera por motivos gastronómicos o económicos. Me hubiera gustado entrevistar a estos jóvenes talentosos, pero no tuve la oportunidad, es necesario promocionar el talento local donde se pueda hallar.

Awaken Memories en acción.

 Uno de los sellos de marca de Grupo Ryu es que ellos crean sus propios cortos cinematográficos alusivos a la cultura otaku, como lo hicieran en otro año donde parodiaban al animé Highschool of Dead con actores voluntarios de la zona. Este año no fue la excepción, y además de repetir el mencionado corto, también proyectaron una divertida parodia del ambiente gamer con la historia de un joven enamorado del personaje de un videojuego que repentinamente adquiere los servicios de un genio mágico poco colaborativo.

La tarde también hubo concursos de trivias donde se involucró activamente al público y competencias coreográficas donde las víctimas involuntarias fueron los muchachos que se ofrecieron a participar antes de saber en qué se estaban metiendo, para delicia de los espectadores que gozaron con los humorísticos intentos de bailes.

Las trivias fueron diversas y divertidas, el público se mantuvo expectante para ganarse regalías por participar.

 Posteriormente, las finales del concurso de karaoke tuvieron lugar, donde en general se pudieron escuchar voces bastante afinadas aunque en la mayoría carecían de habilidades para interactuar con el público (la mayoría de competidores cantaban de espalda al público) con las honrosas excepciones de algunos participantes. El clímax de este concurso se convirtió en un concierto colectivo, donde todo el gimnasio comenzó a cantar a coro las canciones de openings y endings más emblemáticas de nuestra generación, como Dragon Ball Z o Digimon.

Todos los cantantes del concurso se unieron a las voces del público para compartir la emoción.

En una breve ceremonia, se dió la premiación del concurso de dibujo. Finalmente comenzó el concurso de cosplay, empezando con la ternura de los niños como es usual. Debo decir que aunque no me motiva este tipo de actividades, se nota el esfuerzo de los padres porque sus hijos se diviertan y luzcan lo mejor posible en trajes bien elaborados. En general, aunque no habia muchos participantes, sí hubo niños muy carismáticos y presentaciones muy agradables y bien organizadas.

Luego prosigió con los cosplays individuales y en parejas, practicamente todos de gran calidad y con elaboradas presentaciones audiovisuales y teatrales. La competencia estuvo bastante reñida y el público se deleitó notablemente. Evidentemente, al ser la categoría más amplia se extendió por bastante tiempo. La competencia de cosplay grupal se puso la flor en el ojal con presentaciones imaginativas que hicieron las delicias de los expectadores, a pesar de su limitada cantidad.

Por supuesto, no podía faltar la foto de grupo con los participantes del concurso.
Finalmente, cayó la noche, señalando el final del evento, con decenas de rostros cansados, pero satisfechos emprendiendo el retorno a sus hogares.

Lo Malo

Algunas presentaciones de karaoke fueron de notable calidad, aunque la mayoría prefiere cantar de espalda al público.

Saltaba a la vista que no habia rotulación informativa
de ningún tipo. No había siquiera un croquis de la disposición de las
tiendas o un cronograma de las actividades. Sí, sabemos que el
cronograma nunca se cumple, pero es una herramienta importante para que
el cliente sepa de la oferta de opciones que tiene para disfrutar su
estadía. Y naturalmente, el croquis es necesario para que el cliente
sepa dónde puede encontrar lo que busca y conocer la oferta de
exhibiciones o tiendas que hay. Para el comerciante que esta apoyando el
festival,  todo tipo de publicidad es importante.

El servicio de
paquetería era cómodo (500 colones) y mantenía los objetos guardados bajo
llave en una bodega. Y como suele pasar, con un simple “No nos hacemos
responsables por objetos perdidos” los encargados creen que se protegen
de problemas en caso de extravío, lo cual es falso desde el punto de
vista legal, ojalá se asesoren en el INS sobre las cómodas pólizas que
pueden usar para protegerse en estos casos.

Una triste situación que se repite demasiado a menudo es la ausencia de actividades culturales o talleres, donde como en muchos eventos del país, se enfocan tanto en la cultura “pop” japonesa que se olvidan de la verdadera riqueza que este país ofrece.  Paradójicamente, para ser un festival dedicado a la temática gamer, no hubieran máquinas de juegos o concursos donde los visitantes pudieran competir con sus consolas portátiles.

El manejo de tarima, si bien cumplía con mantener el interés de los espectadores, tenía un defecto que se repitió durante el día, donde muchas actividades se daban sin que los responsables de tarima anunciaran el nombre de quienes las realizaban.

Finalmente, como es usual, el espinoso asunto de la premiación. Es una divertida paradoja de la cultura cosplayer, donde como lugar común se suele afirmar que se participa por “amor al arte” y que luego no falla a quejarse por la elección de los jueces. No obstante, no dejan de tener su cuota de razón, por cuanto los jueces cometieron errores visibles en algunas de sus decisiones.

Lo Bueno


Aunque
no se pueda comparar ni de lejos con los presupuestos de otros
festivales de asistencia masiva en San José, este pequeño festival de
Heredia rescata el espíritu de los viejos festivales de antaño, creando
un ambiente más amigable y relajado que los festivales más comerciales y
probablemente este sera su mejor punto a favor.

Se agradece a los responsables del audio el mantener el volumen de las actividades en un nivel donde quienes se acercaran a tarima pudieran escuchar claramente y sin convertir el resto del gimnasio en un pandemonium musical. Solamente durante el concierto, lógicamente, el nivel de ruido permitia mantener una conversación sin mayor dificultad con quienes te rodeaban, ¡qué difícil es esto en la mayoría de festivales, donde se satura el ambiente con ruidos estridentes todo el día!

Un buen detalle a rescatar es que desde tarima se anunciaban los
protocolos de seguridad para que el público estuviera informado en caso
de un sismo, nada improbable en nuestro país donde la tierra se mueve al
menos un centenar de veces al mes. Debido a mi formación como Inspector
de Salud Ocupacional este tipo de acciones las considero importantes,
ya que en este medio muchos festivales presentan sus planes de
emergencias en papel, por ser parte del trámite para conseguir ciertas
locaciones, pero no se ve reflejado en la realidad.

En todo momento el paso era fluido durante el evento.

 A pesar de esto, al Grupo Ryu le faltaron otras acciones vitales, como contar con servicio
de enfermería o que el personal de la organización estuviera
identificado para saber a quién recurrir en caso de necesidad.
Gratamente, no hubo necesidad de este tipo de servicios, pero su falta
de preparación puede tener graves consecuencias y es fundamental que un
festival con tantos años ya halla solucionado esto.

Las

instalaciones del colegio son muy amplias y perfectamente se prestan
para muchísimo más si se quiere innovar con algunas actividades un poco
más dinámicas, en el exterior del gimnasio. Hay un grandísimo potencial
en este lugar, a pesar de no sea del completo agrado de todo mundo,
reúne características muy interesantes para explotar.  Así también hay una oportunidad de diferenciación comercial en la cantidad de apoyo que recibió el karaoke animé, si tan solo organizaran actividades y premios más atractivos.

Al
entrevistar a los empresarios que apoyan el festival, todos resaltan
las excelentes cualidades del grupo Ryu como organizadores, su
responsabilidad y don de gentes que hacen fácil trabajar con ellos.

Conclusión.

Las instalaciones disponían de muchos espacios para descansar con los amigos, como demuesran Jared, Nicole, Gabriel y Víctor.

Kawaii es simplemente un festival pequeño, con todas sus virtudes y defectos, como el que los visitantes se sentirán en un ambiente más relajado y fraternal, pero a la vez, con muchas menos opciones que un festival grande. Sin embargo, es un esfuerzo digno de colaboración, ya que a pesar de que naturalmente tiene un objetivo económico, no se siente ese afán depredador de parte de la organización, sino lo contrario, se nota el esfuerzo por hacer que los otakus se sientan en casa.

Organizar un festival de animé no es tan fácil ni tan difícil como pareciera en un principio, aunque si es verdadero que significa asumir una carga de trabajo enorme. Y por ello, es fácil acudir a la crítica destructiva o irse por la simpatía del “pobrecito” que tanto gusta aplicar en Costa Rica. Por ello, es justo asumir que el Kawaii tiene defectos notables para un festival con varios años de existencia, pero que a la vez no promete más de lo que puede cumplir y si tienen tiempo en sus agendas, les invito a apoyar este esfuerzo el próximo 27 de octubre del 2013 (Fe de erratas: por error escribí que era en el 2014) en el CENAC, con la edición del Kawaii dedicado a las Vocaloid.

Una presentación grupal con nivel de elaboración muy alto y que debería de presentarse en más festivales.

Es todo por ahora, pero no dejen de ver las fotos del evento en nuestra página en Facebook (https://www.facebook.com/neoverso)  y próximamente estaremos publicando más artículos sobre este evento. Gracias por su atención, ¡nos leémos!