Emma 2. Un Sueño Victoriano se hace realidad

Cuando un final enlaza un nuevo comienzo
Es irónico el cambio que se gestó en mi parecer, pero en menos de cinco días sobre la opinión de la primera temporada de Emma. Pero debo quitarme respetuosamente el sombrero ante el genio de Kaoru Mori. No existe otro adjetivo para describir a esta joven adinerada convertida en mangaka por sus propios medios. Ella es una niña de una familia acomodada que expuso y publico su primera historia, obtuvo el más absoluto éxito con Emma y ahora vive en un semiretiro con otro proyecto lleno de intriga y belleza como Oyomegatari. La suya es una biografía llena de belleza, misterio e intriga; en un período donde cualquier don nadie se puede convertir en un mangaka reconocido, o las multinacionales de la publicación le exigen a sus vacas de dinero que sigan con sus historias aunque ya no aguante la cuerda. Junto con Yuyuko Takemiya (Toradora!, Golden Time) han tenido la dignidad de decir “váyanse al diablo, hasta aquí llegó” cuando los productores las presionaron de continuar sus obras.

Luego de un lento arranque, la popularidad explosiva que tuvo la primera temporada de Emma dio al conglomerado encabezado por Enterbrain la motivación para armar una segunda temporada. Una temporada MUY conclusiva. En el 2007, con un cambio de timón (la hizo Ajia-do Animation Works), la dirección de Tsuneo Kobayashi y la música de Kunihiko Ryo, la segunda temporada volvió a salir un abril pero del 2007. Yo creía estar listo para ver algo similar a la primera temporada. Pero tal como sucedió con el manga, lo que llegó a mis ojos fue algo completamente diferente. ¡Y entretenido!
Inicio! Spoilers!
Presione aquí para leer el resumen de la obra

Fin! Spoilers!

Emma: Second Act no se queda sólo en la historia de la titular, sino que habla del auge y caída de Richard, hombre que nunca ha dejado de amar a su esposa Aurelia (de la cual se ha separado) y a la cual considera una gran amiga a la que visita periódicamente. del príncipe Hakim (que apoya a William entre sombras) y la más sostenida oposición de la familia Jones por la relación. Es a través del esfuerzo que William logra la aprobación de su padre, cuando debe hacer hasta lo imposible por salvar el legado de su familia. Es a través del trabajo que Richard reconoce las virtudes de su hijo, su propio origen en una clase inferior, para dejar de lado su oposición hacia su boda con Emma. Todo esto plagado con la riqueza de numerosos personajes secundarios que se entrometen periódicamente en la vida de los amantes.



Artículos relacionados
Emma, un romance victoriano
Kaoru Mori; la reina entre las criadas