[Reseña Anime] Bubblegum Crissis: Tokyo 2040


Tiempo para un remake

Tal como lo mencione en el post de Kenichi Sonada, Bubblegum Crisis fue mi primer contacto con los wallpapers y las obras relativas a un anime. La obra en formato de OVA de ARTmic fue su caballo de batalla y su estandarte durante los gloriosos años 80, donde las las valerosas Knight Saber tratan de salvar a Tokyo del ataque de los boomers, inteligencia artificial sobre la que los humanos pierden el control. Con una banda sonora imponente y una animación innovadora para la época, la serie puso de moda a las heroínas femeninas lo cual repercutiría después en la serie Burn Up!, así como en obras más actuales.

Con la desaparición de ARTmic, la AIC absorbe los derechos de la serie junto con toda la cartera de ese estudio. Con una serie planeada para el 10 aniversario de la serie en espera, se nombra a Hiroki Hayashi como director, que trae al escritor Chiaki J. Konaka (Serial Experiments Lain) para darle forma al esfuerzo. Con una banda sonora más punk y menos roquera y algunos cambios en la premisa original, la serie se lanza el 2 de octubre de 1998. Pero, ¿haría honor a sus raíces? Porque estas eran en realidad profundas.

Inicio! Spoilers!

Si quieres adentrarte en la trama de este animé, puedes entrar a mi artículo: [Spoilers] Bubblegum Crisis Tokyo 2040. ¡Allí te cuento todo lo que acontece en este animé, léase con precaución! 

Fin! Spoilers!



Cyberpunk y chicas con un sabor amargo

A pesar de ser una obra magnífica en efectos especiales, la serie posee dos grandes debilidades que terminaron con las esperanzas de que continuara su legado a lo largo del tiempo. El primero es que con tal de explicar bien la historia, esta entro en tiempos muertos de los que no se recuperó. Es común en la serie dejar la solución del episodio en un cliffhanger, que se resolvía después. La segunda fue el cambio en los personajes. A diferencia de otras adaptaciones (a pesar del cambio del arte los personajes de todas las versiones de Ghost in the Shell son identificables a la perfección), la obra se divorció del arte original de Kenichi Sonada, lo que provoco que los fans no conectaran con los personajes. Esto combinado con el final abierto (no se terminaron de explicar muchas cosas y se dejo al espectador tratar de atar los cabos) le robo mucho del protagonismo y la importancia que tuvo su antecesora.



La obra tuvo más éxito en los Estados Unidos, pero tal como muchas obras de esa época, hay una gran cantidad de volúmenes en inglés de esta obra, propiedad de FunAnimation, símbolo de que a pesar de la corriente dominante, la gente no compra lo que le ofrecen sino lo que le gusta. Es una lástima, porque a pesar de sus problemas yo la recomiendo. Es una serie de trama sencilla para tiempos más simples. Tiempos que no vivimos ahora, tiempos de segmentación de mercado, cliché y mercadeo. Tiempos turbulentos.