Introducción a Roberto Fontanarrosa
A pesar de ser su carta de presentación, ¿quien querría hacer en Latinoamérica una película sobre semejante personaje? Después de todo, poco le hace falta para que levantemos el brazo frente a él y lo saludemos con un emotivo “Sieg Heil”. Pues la verdad siempre estuvo a la vista hacer el proyecto, pero fue hasta finales de los años 2000 que hubo consenso (y sesión de derechos) para llevar a este irreverente personaje al cine. De Ilusión Studios, bajo la dirección de Gustavo Cova, Boogie el Aceitoso vio la luz en Argentina en el año del 2009. Y por supuesto, en la increíble tecnología de 3D para el gusto de todos los que amamos la animación.
Inicio! Spoilers!
Boogie, un mercenario, matón a suelto y descarado criminal, trabaja ocasionalmente para Sonny Calabria (un paródico gansgter al mejor estilo de Don Corleone). Sin embargo, el imperio criminal del gangster está en peligro debido a la aparición de un testigo sorpresa durante las declaraciones en su contra por sus actividades criminales. Pactado para el lunes de la siguiente semana, Sonny ordena a su abogado que mate al testigo sorpresa, pero en lugar de asignarle el trabajo a Boogie este se lo da al joven artemarcialista BlackBurn. Esto indigna a Boogie, que para demostrar su valía interrumpe el trabajo de su contraparte y se lleva a la testigo. La sorpresa es que él conoce a la testigo.
Ojo! Spoilers!
Ojo! Spoilers!
Ojo! Spoilers!
Fin! Spoilers!
La belleza según Boogie
Existen muchas cosas que esta película deja en claro para el espectador casual. La primera es que todavía queda mucho camino en Latinoamérica por recorrer para llegar al nivel de calidad de tres dimensiones de Estados Unidos o de Europa. A pesar de los esfuerzos posteriores (Metegol del mismo Fontanorrosa como ejemplo), existe una enorme diferencia en calidad, en edición y en sonido. Aunque la obra no requería una monumental inversión, porque la tira cómica era tosca y su intención era siempre sacar el chiste negro para hacer reír al espectador. En esto cumple muy bien.
Uno de los puntos fuertes de la obra es la dinámica entre Boogie y Marcia. Aunque ella es un personaje inventado para la película (basada en ciertas tiras de interacción de nuestro héroe con mujeres), optar por poner a un matrimonio de actores argentinos famosos a darle voz a estos singulares personajes le otorga una dinámica de pareja inusual a ellos, que transmiten con mucha gracia (y unos cuantos gritos). Además de esto; la forma en que manejan las agresiones, las heridas, las mutilaciones y las muertes resultan tan falsa y graciosa que uno no puede evitar reírse ante la marea de sangre (y perder la sensibilidad en el proceso). Pero bueno, en la sociedad moderna, donde cada vez que abrimos el periódico vemos muertes por el hampa, ¿que se le puede pedir a una película donde le meten tres plomazos a un tipo para luego ahorcarlo con el cinturón? Esta descomposición de la sociedad fue el objetivo principal de Fontanorrosa, el objetivo principal de un personaje como Boogie y una de las razones por las cuales los conocedores de historietas todavía lo toman como referencia (aunque para muchos supongo que no es tan conocido).