La historia es relatada por Sho (uno de los protagonista) que recuerda con añoranza lo sucedido en la casa de su tía varios años atrás. Siendo un niño enfermizo de 10 años, él viaja a la casa y mientras investiga el jardín observa que el gato de la casa se disputa con un cuervo un área cerca de una planta de laurel. Cuando se acerca para investigar, en un parpadeo él logra observar a una niña diminuta que escapa de su vista sin que pueda detenerla.
Ojo! Spoilers!
La diminuta niña que observa se llama Arriety, que es una recolectora. Ella es una fogosa y voluntariosa niña que casi se encuentra en sus 14 años y vive con sus padres (Pod y Homily) en una pequeña vivienda ubicada cerca de la cocina de la casa principal. Sus padres desconfían mucho de los humanos que viven junto con ellos, pero aún así Arriety es llevada a su primera recolección (azúcar y papel desechable). Lamentablemente para ella, cuando está por terminar la misión (recoger un pedazo de papel desechable) ella es descubierta por Sho, pierde el cubo de azúcar y debe sobreponerse del susto
Ojo! Spoilers!
Por las conversaciones entre los adultos humanos y diminutos, conocemos parte de la historia de la casa. El bisabuelo de Sho y padre de Sadako (la tía de su madre) observó a los diminutos en la casa, construyéndolas una casa especialmente diseñada para ellos. Sadako también los observó pero jamás entró en contacto directo con ellos. También Haru, la empleada de la casa, los ha visto pero tampoco los ha contactado. Inspirado por estas evidencias, Sho trata de congraciarse con las criaturas, ofreciéndoles el cubo de azúcar perdido y tratando de mejorar su condición de vida (incluyendo llevarles la cocina de la casa de muñecas). Pero en lugar de mejorar empeora su situación, lo que obliga a Pod a buscar un nuevo lugar donde vivir.
Ojo! Spoilers!
Lamentablemente, las evidencias dejadas por Sho le permiten a Haru descubrir la casa y capturar a Homily, la mamá de Arriety. A salvo debido a que fue a reclamarle a Sho su intervención, la joven acepta su ayuda desinteresada. Juntos rescatan a la madre de Arriety y desearman los planes de la sirvienta, a la cual hacen ver como una transtornada mental. Ya sin evidencias y libre de peligro, la familia inicia su peregrinaje fuera de la casa. Pero con la ayuda de Niya (la gata de la primera parte), Sho logra despedirse de Arriety antes de que parta para siempre de su vida.
Esto me deja con una reflexión en la cabeza que no me puedo quitar de la mente. ¿Hasta cuando durará la fama y la buena fortuna de la gente? La fórmula del éxito no dura para siempre. Aunque 125 millones de dolares no es una cifra despreciable en una película, Studio Ghibli lentamente está perdiendo la batalla con una audiencia de gustos cambiantes. Las fórmulas establecidas y los éxitos no están garantizados en este mundo. Así como Los Recolectores son una raza en vías de extinción (tal como las Tres Grandes en Estados Unidos), así lo es este afamado estudio, que conforme pasa el tiempo se olvida de un hecho importante de la vida, la vida es cambio y evolución. Los niños lobo: Ame y Yuki, una obra de la que me referiré en julio, es el sinónimo de este cambio. Lento pero seguro el estudio perderá su dominio sobre la animación cinematográfica japonesa, y algo diferente se establecerá en su lugar. Sólo nos queda esperar a ver que sucede.