PLASTIC LITTLE (1994) The Adventures of Captain Tita

Ambientada en el planeta Yietta, cuyos colonos se ganan la vida explotando los singulares océanos de gas líquido del planeta, Plastic Little comienza cuando los yietanos están por fin a punto de saldar sus deudas con la Federación Galáctica. Por desgracia, hay quienes prefieren que Yietta no se les escape de las manos…

Entra en escena Tita, la capitana de 17 años del Cha Cha Maru. Junto con su tripulación, Tita se especializa en capturar las exóticas formas de vida de Yietta para las tiendas de mascotas intergalácticas, pero por simple mala suerte se encuentra, en cambio, en el centro de un siniestro complot para apoderarse de Yietta. Al rescatar a Elysse, de 16 años, de las garras de los militares, Tita pone en peligro su vida y la de su tripulación… ¡pero una chica tiene que hacer lo que tiene que hacer!

Mientras los conspiradores movilizan sus fuerzas en un intento desesperado por recuperar a Elysse, que creen que posee un código informático vital, Tita debe jugar a un peligroso juego de etiqueta con todo un ejército de asesinos profesionales. Es el juego del gato y el ratón a escala planetaria, con una diferencia crucial: Los ratones no devuelven los disparos, pero Tita sí!

A través de la lujuria los conoceras.

La mayoría de los artistas que conozco los conozco de mi tiempo de auto satisfacción personal. Masami Obara, Kenichi Sonada y Kia Asayima poseen en común algo que me vuelve loco, la forma en que dibujan a la mujer. Sea que esté en sostén, en ropa, con trajes pegados al cuerpo; los tres en realidad saben delinear el cuerpo femenino y se entrometen mucho como mis gustos personales (y suprarrenales). Pero la pecera está llena de peces, porque por cada artista que tiene “éxito” diez fracasan, y por cada uno que lo logra hay diez que no pasan de su primer éxito (esperemos que Masashi Kishimoto pueda superar Naruto, aunque quien sabe). Pero a Satoshi Urushihara lo conocí fuera del ambiente normal, a este artista lo conocí viendo hentai.

 

Conociendo a Satoshi Urushihara

Luego de los estragos que Another Lady Inocent haría en una habitación expuesta a luminol, decidí seguir la carrera de este animador de manga, pero al igual que los antes mencionados el éxito le llegó esporádicamente. Literalmente ha estado trabajando, buscando el proyecto que le abra las puertas al éxito y reconocimiento que todos ansían, pero que muy pocos consiguen. Por esto el animador ha trabajado en varios proyectos de anime y hentai para la AIC. Además del magnífico trabajo hecho en Record of Lodoss War (cualquiera que haya trabajado en Lodoss se gana mis respetos como artista, aunque sea el barredor); el sólo ha trabajado en otras dos obras como director; Legend of Lenmear (1987) y Plastic Little (1994).  Comisionada al estudio KSS y con la colaboración de Kinji Yoshimoto; Plastic Little; The Adventures of Captain Tita sale al mercado el 21 de marzo de 1994. Algo por lo que sobresale es por como rebotan los senos. Boiing!

Inicio! Spoilers!

 

Titaniva nu Koshigaya es una pequeña y algo inquieta capitana de 17 años, la propietaria del Cha Cha Maru, una nave especializada en cazar presas exóticas a lo largo del Océano en las Nubes del Planeta Ietta. Sin embargo, tal como suele suceder en esta clase de empleos, la nave tuvo que regresar a puerto para hacer reparaciones y Tita se tuvo que quedar en la habitación de un hotel. Con la costumbre de levantarse tarde, tuvo que darse prisa para comprar la comida de su tripulación, pero camino a la nave se tropieza con una joven fugitiva que necesitaba ayuda. Conmovida por su dilema y viéndose a si misma en su situación, ella la rescata sin preguntar nada más y la lleva a su nave donde conoce a su tripulación.

Ojo! Spoilers!

 

El problema es que la fugitiva no es lo que parece. Ella es Elysse Aldo Mordish, hija de un científico renombrado, Nalderof Aldo Mordish. Como especialista en herramientas de gravedad artificial, él trabajó para la milicia construyendo un Arma Antigravitacional a cargo de Lord Guizel, un amoral y cruel comandante que no duda en usar el método que sea necesario para conseguir su objetivo. Como para su desgracia, el password del arma esta basado en los últimos 12 códigos del ADN de Elysse, este se ve obligado a perseguirla por la ciudad (lo cual no es difícil debido a la implantación que sufrió). Finalmente él acorrala a Tita y a Elysse (que se han ido a dar un paseo), hiere de gravedad a Tita y trata de llevarse a Elysse. Pero gracias a la intervención de Balboa (un ex-militar a cargo del sistema de armas de la tripulación), las niñas logran escapar no sin antes dejar en manos de Guizel el cabello de Elysse y la llave para activar el arma.

Ojo! Spoilers!

 

Con su habitación en el hotel y el muelle destruidos, la Cha Cha Maru es obligada a salir de puerto. La tripulación se debate si continuar la misión para desactivar el arma, tal como lo hubiera deseado el padre de Elysse; o huir de la colonia debido a que el arma la destruirá de todas formas. Cuando Tita se recupera, ella toma la decisión de ir a destruir el arma. Sacrificando una de las cubiertas de su nave, ella logra ingresar al complejo y después de una lucha desigual por los corredores (en la cual usa la ventaja de los corredores aéreos a su favor), Tita y Elysse logran eliminar a Lord Guizel y desactivar el arma antes de que destruya la colonia. El Cha Cha Maru logra escapar espectacularmente a pesar de estar rodeados por una flota de la marina militar. Cuando llegan a la superficie, Tita le pide a Elysse que se quede en la nave como parte de la tripulación, pero ella lo rechaza. Ella es hija de un científico, y desea continuar la labor de su padre al lado de su tío. Ella respeta su decisión y por mientras ambas van a disfrutar de las aguas termales del Cha Cha Maru, para terminar con una vista del atardecer en la colonia.

Fin! Spoilers!

En conclusión, ¿qué esperamos de Plastic Little?

Como un OVA de one-shot, técnicamente se queda muy corto. Una musicalización terrible, una trama floja con una ciencia ficción que raya la fantasía, casi nada de trama, acción entrecortada y situaciones salidas de la manga convierten esta obra en algo muy duro de él.

¿Cuál sería su tabla de salvación? ¡Tetas! Si, en el hermoso año de 1994 nos invade el fanservice, con una bien dotada Elysse con apenas 16 años y una Tita que ama andar en cueros en la piscina privada dentro de su nave estilo ballenero. Para muchos esto es consuelo de que una nave como esta pueda contra una fuerza militar que cualquiera temería (con un maravilloso único disparo) o que la Cha Cha Maru sale prácticamente en una pieza. Toda la trama, la ciencia-ficción y todo queda de lado con un maravilloso trabajo de animación que se enfoca en lo que de verdad importa (y vende).

Este one-shot no llegó a más y la serie quedó almacenada en el olvido, excepto en los corazones de los fans que contemplaron a Tita desear la muerte de sus voyeuristas tripulantes. Salud por eso y espero que algún día otro enfermo degenerado haga realidad la continuación de esta serie. ¡Te lo pedimos, señor!