Ambientada en el planeta Yietta, cuyos colonos se ganan la vida explotando los singulares océanos de gas líquido del planeta, Plastic Little comienza cuando los yietanos están por fin a punto de saldar sus deudas con la Federación Galáctica. Por desgracia, hay quienes prefieren que Yietta no se les escape de las manos…
Entra en escena Tita, la capitana de 17 años del Cha Cha Maru. Junto con su tripulación, Tita se especializa en capturar las exóticas formas de vida de Yietta para las tiendas de mascotas intergalácticas, pero por simple mala suerte se encuentra, en cambio, en el centro de un siniestro complot para apoderarse de Yietta. Al rescatar a Elysse, de 16 años, de las garras de los militares, Tita pone en peligro su vida y la de su tripulación… ¡pero una chica tiene que hacer lo que tiene que hacer!
Mientras los conspiradores movilizan sus fuerzas en un intento desesperado por recuperar a Elysse, que creen que posee un código informático vital, Tita debe jugar a un peligroso juego de etiqueta con todo un ejército de asesinos profesionales. Es el juego del gato y el ratón a escala planetaria, con una diferencia crucial: Los ratones no devuelven los disparos, pero Tita sí!
A través de la lujuria los conoceras.

La mayoría de los artistas que conozco los conozco de mi tiempo de auto satisfacción personal. Masami Obara, Kenichi Sonada y Kia Asayima poseen en común algo que me vuelve loco, la forma en que dibujan a la mujer. Sea que esté en sostén, en ropa, con trajes pegados al cuerpo; los tres en realidad saben delinear el cuerpo femenino y se entrometen mucho como mis gustos personales (y suprarrenales). Pero la pecera está llena de peces, porque por cada artista que tiene “éxito” diez fracasan, y por cada uno que lo logra hay diez que no pasan de su primer éxito (esperemos que Masashi Kishimoto pueda superar Naruto, aunque quien sabe). Pero a Satoshi Urushihara lo conocí fuera del ambiente normal, a este artista lo conocí viendo hentai.

Conociendo a Satoshi Urushihara
Luego de los estragos que Another Lady Inocent haría en una habitación expuesta a luminol, decidí seguir la carrera de este animador de manga, pero al igual que los antes mencionados el éxito le llegó esporádicamente. Literalmente ha estado trabajando, buscando el proyecto que le abra las puertas al éxito y reconocimiento que todos ansían, pero que muy pocos consiguen. Por esto el animador ha trabajado en varios proyectos de anime y hentai para la AIC. Además del magnífico trabajo hecho en Record of Lodoss War (cualquiera que haya trabajado en Lodoss se gana mis respetos como artista, aunque sea el barredor); el sólo ha trabajado en otras dos obras como director; Legend of Lenmear (1987) y Plastic Little (1994). Comisionada al estudio KSS y con la colaboración de Kinji Yoshimoto; Plastic Little; The Adventures of Captain Tita sale al mercado el 21 de marzo de 1994. Algo por lo que sobresale es por como rebotan los senos. Boiing!

Inicio! Spoilers!

Ojo! Spoilers!

Ojo! Spoilers!

Fin! Spoilers!

En conclusión, ¿qué esperamos de Plastic Little?
Como un OVA de one-shot, técnicamente se queda muy corto. Una musicalización terrible, una trama floja con una ciencia ficción que raya la fantasía, casi nada de trama, acción entrecortada y situaciones salidas de la manga convierten esta obra en algo muy duro de él.
¿Cuál sería su tabla de salvación? ¡Tetas! Si, en el hermoso año de 1994 nos invade el fanservice, con una bien dotada Elysse con apenas 16 años y una Tita que ama andar en cueros en la piscina privada dentro de su nave estilo ballenero. Para muchos esto es consuelo de que una nave como esta pueda contra una fuerza militar que cualquiera temería (con un maravilloso único disparo) o que la Cha Cha Maru sale prácticamente en una pieza. Toda la trama, la ciencia-ficción y todo queda de lado con un maravilloso trabajo de animación que se enfoca en lo que de verdad importa (y vende).
Este one-shot no llegó a más y la serie quedó almacenada en el olvido, excepto en los corazones de los fans que contemplaron a Tita desear la muerte de sus voyeuristas tripulantes. Salud por eso y espero que algún día otro enfermo degenerado haga realidad la continuación de esta serie. ¡Te lo pedimos, señor!
