Ai Yori Aoshi Enishi. Una navidad afortunada.

Navidad. Es una de las temporadas de reflexión que tenemos en la humanidad, venida del temprano cristianismo que la heredo del antiguo Imperio Romano. Un tiempo de reflexión, de consistencia y de hacer el bien a los demás sin mirar el precio. Aunque la tradición no es natural de Japón, debido a la ocupación americana de los años posteriores a la Guerra del Pacífico, esta se ha vuelto ganando el corazón de los japoneses tal como el Halloween y el Día de Acción de Gracias en nuestras latitudes. Por esto, debido al éxito de la emisión de Ai Yori Aoshi: Enishi por las cadenas de cable, Fuji TV decidió darle una última oportunidad, como una clase especial de despedida a esta gran serie que nos acompañó durante la primera parte de este siglo. Con una trama que no tiene relación al manga, X-mas Special se emite por la cadena Fuji TV el 31 de diciembre del 2003. Y resultó ser un cierre interesante con una reflexión bastante bonita.

 

Inicio! Spoilers!
Cuatro años antes de que todos los eventos de Ai Yori Aoshi, Kaoru termina su jornada laboral una noche víspera de navidad. Una Tina Foster mucho más joven lo invita a salir, pero como estudiante que desconoce a su familia está quebrado. Mientras camina de regreso a su apartamento, él se tropieza con un camafeo que recoge del piso. Por esto él recibe en la noche la visita de un espíritu de navidad (convenientemente con la forma de Aoi adulta) que se hace llamar a si misma Santa. Ella se presenta a si misma como Santa Claus, la cual le pide que le devuelva el camafeo para poder regresar a su casa. Luego de devolvérselo, como forma de gratitud ella le concede un deseo. Kaoru le pide pasar el día de Navidad con él. Como primera parte de su deseo, ella le brinda con su poder los más hermosos recuerdos que él pueda tener. Para su sorpresa, al quedar dormido él sueña con su madre, y llora por el reencuentro con la figura que tanto amo. Ella se extraña por qué llora con recuerdos tan felices.
Ojo! Spoilers!
Bautizada como Aoi por Kaoru, durante el día 25 de diciembre ellos pasean por un centro de entretenimiento. Lentamente los personajes van aproximándose, Chika y Takeo en la forma de dos primas que prueba patinar en la nieve por primera vez, Miyabi en una conversación de negocios y Mayu como una adolescente que disfruta del día con su guardaespalda. Al final de la jornada ellos observan la nieve y pasan un momento juntos. Ante la tristeza de la despedida, Aoi comprende porque Kaoru llora y se retira en paz, dejando al joven dormido al día siguiente, dudando si el evento ocurrió (el cual sucedió gracias al pastel de Navidad dejada por su ángel.
Fin! Spoilers!
¿Por qué uno llora por los momentos de mayor felicidad? La verdad es que nadie lo sabe. Se supone que la Navidad debe ser para momentos más felices. Pero la verdad es que si uno ama (especificando uno ama) y desea pasar el tiempo con una persona, no poder hacerlo es frustrante. En mi vida he tenido pocas pérdidas, pero todavía extraño a mi abuela materna, que nos dejo en el 2011 después de una larga vida. Por esta razón este pequeño capítulo toco una fibra de mi corazón. A pesar de que los japoneses cuesta que capten el momento como el nacimiento de Cristo debido a la americanización de su sociedad, y consideran a Santa Claus un espíritu como muchos otros, es bonito pasarse por esta reflexión. Porque es cierto, lo que uno más quiere uno lo recuerda con dolor, más si uno lo extraña. Pero también trae alegría, porque son los momentos en que amaste y fuiste amado. Por eso, antes de irse de fiestas y ponerse de cubas, piensen por un momento este final de año en lo que han perdido, han conseguido y han encontrado. Porque la Navidad no consiste en regalarse cosas. Consiste en pensar en el momento en que nació Jesus, a quien reconocemos un quinto de la humanidad como el salvador. Piensen en eso, y siéntanse felices. Porque la sociedad occidental es así por ese humilde nacimiento, de un niño que no tuvo nada al venir al mundo. Así como nosotros, y los que nos precedan después.